¿Te estás sintiendo estresado en casa o en el
trabajo?
¡Toma un respiro profundo y trata de relajarte!
Muchos de nosotros
llevamos vidas ocupadas con muchos compromisos laborales, familiares y
sociales. Muchas veces estos compromisos nos dejan sintiendo cansados y
ansiosos, y podemos tener largos periodos de tiempo sin relajarnos; sin
embargo, la relajación es quizá la clave más sencilla e importante para la
salud y el bienestar. Específicamente, es esencial combatir el estrés, que como
sabemos contribuye al desarrollo de varias enfermedades. Muchos profesionales
de la salud mental sugieren que tomemos al menos 10 minutos al día para
desconectarnos. Tomar este breve tiempo
para nosotros mismos puede reducir problemas potenciales de salud mental,
pérdida de memoria y diversos achaques físicos.
Así que, ¿qué significa
estar relajado? Estamos relajados
simplemente cuando disminuimos la tensión o la ansiedad. Nosotros podemos
empezar a relajarnos de diferentes maneras, pero por lo general, nos relajamos
cuando estamos descansando o nos involucramos en algo agradable. Cuando nos
relajamos, nuestro cuerpo tiene oportunidad de eliminar la tensión. Esto puede
significar hacer algo tan sencillo como sentarse sin moverse, tomar una pequeña
caminata o disfrutar de un baño caliente. Los beneficios de la relajación están
bien documentados. Algunos se mencionan a continuación.
- Restaura
la energía.
Frecuentemente negamos el hecho de que nos presionamos al máximo. Con el
fin de generar más energía, necesitamos dejar descansar a nuestros
cuerpos. La relajación nos permite recargar nuestras baterías y generar
más energía, que después podemos dedicar a nuestras actividades.
- Repara el cuerpo. Nuestros cuerpos están diseñados para
repararse a sí mismos del uso y desgaste que les damos diariamente, y esto
sucede en su mayoría cuando descansamos. Mientras tomamos tiempo para
relajarnos, le damos a nuestros cuerpos la oportunidad de enfocarse a la
sanación. Al resistirnos a relajar y presionar nuestros límites físicos,
nos impedimos lograr una óptima salud física.
- Aumenta nuestra atención mental. Cuando forzamos nuestros cuerpos, tendemos también
a presionar nuestras mentes a cruzar sus límites. Pensar intensamente
puede ser tan agotador como el esfuerzo físico. Cuando apartamos tiempo
para relajarnos, tranquilizamos nuestros pensamientos y dejamos descansar
nuestras mentes. Esto con frecuencia puede ser más regenerativo que los
beneficios físicos de la relajación.
- Mejora el estado de ánimo. La relajación puede ayudarnos a sentir más
felices. El acto de descansar alivia el estrés y permite sentirnos
contentos. Durante los periodos de descanso, incluso podemos tomar acciones
más proactivas para mejorar nuestro estado de ánimo y realzar sus efecto.
Por ejemplo, las técnicas de relajación basadas en visualizar un recuerdo
placentero contribuyen en gran medida a mejorar nuestro estado de ánimo.
Desafortunadamente, algunas veces no somos capaces
de relajarnos; tal vez no sabemos cómo, no podemos darnos el tiempo, o quizá nos
damos cuenta de que nuestras mentes deambulan. Relajarse puede ser difícil,
sobre todo si realmente tenemos una vida ajetreada.
Para relajarnos, no necesariamente tenemos que estar
solos o únicamente hacerlo cuando estamos en casa. De hecho, se ha demostrado
que tomarse algunos momentos para relajarse mientras estamos en el trabajo,
incrementa la productividad y disminuye la intranquilidad. Si con frecuencia te
das cuenta que te sientes estresado, tenso o ansioso mientras trabajas, trata
de llevar a cabo las sencillas actividades que se enlistan a continuación.
- Llega
a tu trabajo más temprano. Trata de evitar el ajetreo de la mañana y llega al trabajo antes
que el resto. Habrá menos tráfico, llamadas o interrupciones. Harás más en
un ambiente tranquilo por la mañana, el cual filtrará un efecto y
disminuirá tu estrés durante el resto del día.
- Limpia tu lugar de trabajo. Despeja tu escritorio físico y virtual, con
frecuencia. Un escritorio desordenado te distraerá, ya que pensarás en cada
artículo cuando lo veas. Mantén un escritorio ordenado y tu mente se
mantendrá tranquila.
- Acuérdate de respirar. Tómate al menos dos minutos para practicar la
respiración profunda –ésta no debe limitarse a la meditación. Trata de enfocarte
a inhalar el aire por la nariz y exhalarlo por la boca. Practicar, con
frecuencia, ejercicios profundos de respiración entrenarán a tu cuerpo a tomar
respiraciones completas. Esto puede ser de gran ayuda para reducir el
estrés del trabajo diario, mientras avanzas.
¿Qué hay de la relajación en casa? ¿Qué más puedes
hacer para aliviar tu mente y tu cuerpo? Algunas recomendaciones útiles son las
siguientes.
- Ejercicio. Casi cualquier tipo de
ejercicio puede aliviar el estrés y relajarte. Después de ejercitarte, podrás darte cuenta de
que has olvidado tus enojos del día y concentrarte sólo en los movimientos
de tu cuerpo. Podrás darte cuenta que enfocarte a una sola tarea, y la
energía y optimismo resultante del ejercicio, te ayudarán a mantenerte
tranquilo y despejado en todo lo que hagas.
- Medita. Encuentra tiempo para meditar entre 10 y 15
minutos diarios. Esto te ayuda a controlar la oleada de pensamientos, y a
acallar tus miedos y ansiedades. La meditación guiada es una fácil
iniciación para aquellos que nunca han meditado.
- Lee. La “lectura de relajación” es una estupenda
forma de eliminar tensión. Piérdete en las páginas de la palabra escrita,
y mantente alejado de leer cualquier cosa relacionada con el trabajo. Los
beneficios de las lecturas de relajación no deben ser subestimadas, y la
expresión “acurrucarse con un buen libro” resume el escape que la lectura
de relajación puede proveer.
La relajación es sumamente importante.
En general, puede parecer improductivo el apartar tiempo para relajarse en
medio de una apretada agenda. Sin embargo, hacerlo tanto en el trabajo como en
casa, realmente nos puede ayudar a incrementar nuestra productividad, lograr
más en menos tiempo, y sentirnos más felices en todo. Adicionalmente, aprender
a relajarse es vital para ayudarnos a superar el estrés. Nos permite disfrutar
de pequeños preciados momentos de nuestras ocupadas vidas, que en verdad
tenemos para nosotros mismos –sin importar qué tan breves puedan ser.
Fuente:
Homewood Traducción:
Touching Life
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