En la propuesta holística, la enfermedad es
vista como una alteración que implica a la totalidad del individuo. Aspectos
nuestros negados producen desequilibrio y este desequilibrio se manifiesta
cuando produce dolencia y/o enfermedad. Por ello, desde esta propuesta, no
separamos entre enfermedades físicas o psíquicas. Las enfermedades ocurren en
ambos niveles, y nos envía un mensaje.
El enfoque holístico de las enfermedades
permite ayudar a descubrir este mensaje que permanece oculto hasta que lo
descubrimos. Se pretende contribuir a una mayor aceptación de aspectos
negados en nosotros mismos y facilitar el tratamiento de afecciones
(enfermedad, dolencia) que puedan aquejarnos actualmente.
El cuerpo "habla" y muchas veces
"grita" a través de la enfermedad y del síntoma. Habla y grita porque
el cuerpo es el único medio por el cual hay posibilidad de expresión, dado que
a nivel consciente existen barreras que no posibilitan esa salida para una
integración completa de mente cuerpo y emoción.
Darle voz a nuestro cuerpo, a nuestras partes
internas no reconocidas es uno de los caminos para una verdadera unión con el
"Ser" que somos y con nuestra "verdad". El conocimiento de
uno mismo, el crecimiento personal, no puede dejar de lado al cuerpo que lo
sostiene, que ha acumulado sensaciones, vivencias, sonidos, amor, recuerdos,
conocimientos. Este cuerpo tiene su lenguaje. Aprenderlo implica sobre todo
ejercitar "la escucha". Si escuchamos la parte de nuestro cuerpo que
se queja, que duele, que no se encuentra sana, la distinguimos del resto para
darle su espacio para hacerse oír. Esta parte distinguida, como puede ser un
órgano no sano por ejemplo, revela una relación negativa con nosotros mismos y
aspectos que nos son propios que no queremos reconocer.
El primer paso es entender y vivenciar el
verdadero mensaje de la enfermedad, y desde allí intentar que cada persona se
conecte con los aspectos negados o rechazados de sí misma.
En nuestra ignorancia u olvido de aspectos
fundamentales de nuestro cuerpo, no es fácil de hablar de estos mecanismos
inconscientes, inadvertidos, reprimidos o mantenidos fuera de nuestra
consciencia para que no choquen con la realidad. Más aún cuando esas
características de nuestros órganos de oponen a nuestra idealización.
La verdad es que es tan poco lo que sabemos de
nosotros mismos, que no puede sorprendernos que dejemos fuera todos los
aspectos que nos parecían inútiles o negativos. Y sin embargo, el organismo que
somos necesita mantener en armonía una tan amplia y compleja variedad de
elementos que no puede negarle presencia ni valor a ninguno.
Desde este Enfoque Holista de la Salud
consideramos la enfermedad no como un enemigo al cual debemos combatir y que
quiere destruirnos, sino más bien como nuestro aliado que intenta enviarnos un
mensaje a tiempo y mostrarnos las claves esenciales para conectarnos con esas
características negadas por nosotros mismos, que nos llevan a polarizarnos y
que al aceptarlas como parte de nuestra personalidad nos permiten una mayor
integración personal y restablecer el equilibrio perdido.
Fuente: Dra. Adriana Schnake Silva
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