martes, 26 de marzo de 2013

La terapia de humor y el poder de la risa


¿Estás muy estresado? ¿Te sientes ansioso o presionado? ¡Reírte mucho… hará más por ti de lo que piensas!
Reírse es contagioso. El sonido de una carcajada es mucho más contagioso que cualquier tos, resfriado o estornudo. Nos gusta reírnos porque se siente bien, pero también provoca cambios físicos saludables en nuestro cuerpo. El buen humor y la risa fortalecen nuestro sistema inmunológico, estimulan nuestra energía, disminuyen el dolor y pueden protegernos de los efectos dañinos del estrés.  Además de los efectos positivos que tiene en nuestra salud física, cuando la risa es compartida, nos une e incrementa la felicidad y la intimidad. Con tanto poder para sanar y renovar, la habilidad para reírse fácil y frecuentemente es un estupendo recurso. No es de asombrarse que cada vez más y más personas estén tomando la risa como una forma de terapia para ayudarse a superar los desafíos personales, ensalzar sus relaciones y apoyar su salud física y emocional.
Una buena carcajada hacen que nuestro cuerpos y mentes se sientan bien, ¿pero sabemos en realidad por qué? Reírse incrementa el flujo sanguíneo, puede producir descensos en las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, y al reírnos, el cerebro libera endorfinas que pueden aliviar algunos dolores físicos. Adicionalmente, la risa también estimula el número de células que producen anticuerpos y realza la efectividad de nuestros linfocitos – fortaleciendo nuestro sistema inmunológico. Reírse también proporciona:
·         Un buen ejercicio. Reírse ejercita el diafragma, contrae los músculos abdominales e incluso ejercita lo hombros, dejando los músculos más relajados. Además provee una buena sesión de gimnasia al corazón. ¡Reírse 100 veces equivale a 10 minutos en la caminadora o  15 minutos en la bicicleta estacionaria!
·         Un cambio en tu perspectiva. Investigadores de la Universidad de California han encontrado que nuestra respuesta a eventos estresantes puede alterarse, dependiendo si los vemos como una amenaza o como un reto. El buen humor puede darnos una perspectiva más alegre y ayudarnos a ver estos eventos como retos, de modo que sean menos amenazantes y más positivos.
·         Un impacto positivo en otros. La risa es contagiosa, así que si traes más risas a tu vida, podrás ayudar a reír más a quienes estén cerca de ti. Al elevar el sentido del humor de otros, podrás disminuir sus niveles de estrés, y posiblemente, mejorar la calidad de tu interacción social con ellos.
·         Una vida más larga. De acuerdo con estudios recientes, publicados en los Archivos de Psiquiatría General, los adultos mayores que son optimistas son menos propensos a morir que los pesimistas. De hecho, entre los participantes del estudio, cuyas edades oscilaron entre los 65 y 85 años, quienes eran más optimistas resultaron 55 por ciento menos propensos a morir de cualquier causa que aquellos que eran más pesimistas.

Terapia del Humor
El buen humor y la risa son parte de la vida diaria, pero recientemente están recibiendo más atención como una forma de terapia. La terapia del humor involucra el uso del humor y la risa para el alivio del dolor físico o emocional y del estrés. La también conocida como Risoterapia es usada como un método complementario para promover la salud y combatir la enfermedad.
Aunque la evidencia científica disponible no apoya las afirmaciones de que la risa pueda curar el cáncer o cualquier otra enfermedad. Numerosos hospitales y centros de tratamiento han establecido salas especiales con materiales humorísticos con el fin de hacer reír a los pacientes. Estos materiales incluyen películas, grabaciones de audio, libros, juegos y rompecabezas. Muchos hospitales se apoyan en voluntarios, quienes visitan a los pacientes solamente para hacerlos reír, y algunos centros de tratamiento para el cáncer ofrecen terapia de humor, en conjunto con los tratamientos habituales.
Esto se debe justamente a que no nos estamos riendo tanto como lo hacíamos. Estudios recientes muestran que los niños en edad preescolar ríen hasta 400 veces al día, pero cuando llegamos a la edad adulta, ¡nos reímos alrededor de 17 veces al día en promedio! Sencillamente, necesitamos reírnos más. A continuación hay algunas estrategias para ayudarte a incrementar tu nivel de risa:
  • Sonríe. Sonreír es el inicio de la risa, y como ella, es contagiosa. Los pioneros en la terapia del humor consideran que es posible reírse incluso sin estar experimentando un evento gracioso. Lo mismo sucede en cuanto a sonreír. Cuando ves a alguien o ves algo ligeramente agradable, practica sonreír.
  • Mira el lado brillante. Has una lista de todo lo positivo en tu vida. La simple acción te distanciará de los pensamientos negativos que son una barrera para el buen humor y la risa.
  • Muévete hacia la risa. Algunas veces la risa ocurre con una broma compartida entre un pequeño grupo, pero generalmente no. Más a menudo, la gente es muy feliz de compartir algo chistoso porque le da la oportunidad de reír de nuevo y alimentar el buen humor que encuentras en ello. Cuando escuches reír, busca y pregunta: “¿Qué es gracioso?”
  • Convive con los divertidos. Estas personas ríen fácilmente –de sí mismos y de los aspectos absurdos de la vida. Habitualmente, ellos encuentran el buen humor en los eventos cotidianos. Su punto de vista bromista y su risa son contagiosas. Pasar más tiempo con ellos, te ayudará a encender tu sentido del humor.
Si vemos al buen humor y al poder de la risa como una medicina, puede ser una herramienta efectiva de cuidado a ti mismo y a los demás. Todos, el cuerpo, la mente y el espíritu, se benefician de reírse constantemente, y al hacerlo, nos estamos haciendo un favor a nosotros mismos. Es divertida, gratis y fácil de usar, y después de todo, esto puede hacer de la risa “la mejor medicina”.

Fuente: Homewood    Traducción: Touching Life

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